¿Quién eres? Nerea Paños, estudiante de 4º de GITI.
¿Dónde estuviste de prácticas? Varsovia, al este de Polonia.
¿Cuándo y por cuánto tiempo? 12 semanas, de agosto 2018 a noviembre 2017.
¿A qué te dedicaste durante tu estancia en la empresa? Estuve en el departamento de materiales de la universidad Warsaw University of Technology, concretamente en un proyecto de diseño de implantes de mandíbula para tratamiento del cáncer de ese hueso. Me encargaba de crear y dibujar en CAD los implantes para imprimirlos en 3D.
¿Qué tal IAESTE Polonia? Ni muy bien ni muy mal. Al llegar pasado el verano, me perdí los viajes que organizaron a las ciudades polacas más importantes, según me contaron estuvieron muy bien, tan divertidos como culturales. Son muy correctos pero poco cercanos, muy norteños, vaya.
¿Cómo te alojaste? El LC te aloja en la residencia universitaria Bratniak. Está cerca del centro, muy bien comunicada por tram y bus, y muy barata, unos 90€ al mes. Compartes habitación con otra persona, en mi caso con una chica Erasmus. Los baños son compartidos y la cocina también.
¿Cómo es vivir allí? Varsovia es la ciudad más cara de Polonia y se nota, sobretodo en cuanto al alojamiento, menos mal que la residencia es súper económica, ya que tienen algún tipo de convenio. El transporte es caro, unos 40€ al mes, pero hay bicis públicas con las que puedes circular 30 min gratis y están por toda la ciudad. Es muy cómodo porque hay carril bici. La comida es muy poco variada y no es exquisita. Destacan los pierogi (pero te hartarás de ellos) y la comida italiana, que allí es muy buena. La gente es más bien seca, no amarás a los polacos. Como mucho, te lo pasarás bien de fiesta con ellos después de mucha cerveza y vodkas.
¿Qué tal la comida? ¿Y el ocio? La comida es muy poco variada y no es exquisita. Destacan los pierogis (pero te hartarás de ellos) y la comida italiana, que allí es muy buena. Los míticos milkybar son un must (quedan muy pocos), son bares nada bonitos de comida típica muy barata, también los hay más modernos. Hay muchísimos museos, todos son gratis algún día de la semana. En verano, hay conciertos de Chopin gratis en el parque Lazienki y un espectáculo de luces y sonido en la fuente del casco viejo que cuenta la historia de la ciudad. A la orilla del rio Wisla, hay muchos bares que durante el buen tiempo tienen un ambientazo.
¿Cómo te comunicabas? Únicamente en inglés. Los polacos lo hablan muy bien. La gente mayor chapurrea un poco, así que no es difícil encontrar a alguien que te entienda, aunque a veces no les da la gana de hablar inglés aunque sepan. El polaco es realmente complicado, no lo intentes.
¿Tuviste un impacto cultural? Pensé que no lo tendría por tratarse de Europa, pero lo tuve. Además de que todos son rubixs y se me hacía raro, tienen un carácter muy suyo. Todavía hay señas de la represión que han sufrido años atrás. Son gente correcta pero cuesta mucho llegar a ellos. Trabajaba con polacos jóvenes y no me integraron demasiado, sin embargo, me hicieron un regalo de despedida y me invitaron a comer.
¿Qué lugares recomendarías visitar? Recomiendo Cracovia (Auschwitz y las Minas de Sal), Wroclaw y Gdansk (costa norte, mejor con buen tiempo).
Lo mejor y lo peor del país. La reconstrucción de su patrimonio histórico, que si no te lo dicen, jamás pensarías que sus ciudades se redujeron a escombro anteriormente.
Cuenta una anécdota. Me quedo con la visita nocturna a un edificio abandonado de la ciudad. Fuimos con otros IAESTES, las vistas eran…
Una frase que resuma la experiencia. Czesc (hola), tak (sí) y dobra (vale); es todo lo que aprendí en polaco.
¿Lo recomendarías? Sí. Es una ciudad preciosa. Te permite viajar fácilmente a otras de Polonia o del resto de Europa. Yo fui a Berlín y Praga, es muy económico con FlixBus. Polonia guarda mucha historia que desconocemos y no hace tanto frío como dicen.
